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Curruca balearica (Jordans, 1913) Nombre:
Curruca balear
Ámbito:
Terrestre
Origen:

Identificador:
80946

Sinonimia

Sylvia balearica von Jordans, 1913

Grupo Taxonómico

Aves

Taxonomía

Autor: (Jordans, 1913)
Reino: Animalia
División o Filo: Chordata
Clase: Aves
Orden: Passeriformes
Familia: Sylviidae
Género: Curruca

Estado legal y de conservación

LESRPE: En régimen de protección especial

Estado UICN (Península): NE (No evaluado)

Estado UICN (Mundial): LC (Preocupación menor)

Idioma	Nombre
Castellano	Curruca sarda
Castellano	Curruca balear
Castellano	Curruca balear
Inglés	Balearic Warbler

Atributo	Descripcion	Fuente
Distribución	La distribución invernal de la curruca balear coincide plenamente con la de cría (Sunyer, 2010), como sería esperable en un endemismo insular estrictamente residente (Berthold y Berthold, 1973; Tellería et al., 1999), con movimientos dispersivos muy reducidos. Está presente en las Pitiusas, en los hábitats favorables de Mallorca y en los islotes mayores que rodean estas islas, como Cabrera, Dragonera y Conillera. En Menorca no se reproduce, y la llegada de ejemplares en dispersión desde Mallorca debe de ser rarísima, así como a la Península, dada la ausencia de registros. No hay estimas fiables del tamaño poblacional. En la época reproductora puede alcanzar las 6 parejas/10 ha en los matorrales más favorables de Mallorca, y los escasos datos de seguimiento de poblaciones parecen indicar estabilidad de las poblaciones, sin oscilaciones inv ernales (Sunyer, 2008). Los movimientos dispersivos de los ejemplares de primer año pasan totalmente desapercibidos (después del verano, no se detecta en hábitats distintos a los de cría) y probablemente no impliquen grandes distancias. Es significativo que no haya observaciones en el sur de Menorca, a escasos 40 km de Mallorca. Tampoco parece que se produzcan movimientos altitudinales, ya que le especie continúa observándose en invierno en las montañas mallorquinas (González, 2004).	Atlas de las aves en invierno en España. 2007 -2010
Hábitat	En la temporada invernal no se detecta ocupación de hábitats distintos a los que usa para la reproducción, de modo que sigue ligada estrechamente a los matorrales mediterráneos secos y bajos que aparecen en los primeros estadios sucesionales tras perturbaciones, orlas de bosque y en aquellas zonas donde la aridez o el viento impiden el desarrollo de la vegetación leñosa de gran porte. En las Pitiusas tiene preferencia por los pinares y sabinares jóvenes, muy abundantes. En Mallorca puede ocupar pinares claros con sotobosque arbustivo bajo, pero no está presente en pinares maduros con sotobosque esclerófilo bien desarrollado. En invierno, igual que durante la reproducción, también selecciona negativamente los encinares y los ambientes agrícolas intensivos. En los roquedos de las sierras mallorquinas de Tramuntana y de Levante también se la puede encontrar asociada a los herbazales de carcera (Ampelodesmos mauritanica), aunque en densidad muy inferior a la que alcanza en los matorrales. En el trabajo de campo de este atlas se han detectado las mayores densidades, en matorrales y pinares, en ambos en torno a las 15 aves/km2.	Atlas de las aves en invierno en España. 2007 -2010

Atributo

Descripcion

Fuente

Distribución

La distribución invernal de la curruca balear coincide plenamente con la de cría (Sunyer, 2010), como sería esperable en un endemismo insular estrictamente residente (Berthold y Berthold, 1973; Tellería et al., 1999), con movimientos dispersivos muy reducidos. Está presente en las Pitiusas, en los hábitats favorables de Mallorca y en los islotes mayores que rodean estas islas, como Cabrera, Dragonera y Conillera. En Menorca no se reproduce, y la llegada de ejemplares en dispersión desde Mallorca debe de ser rarísima, así como a la Península, dada la ausencia de registros. No hay estimas fiables del tamaño poblacional.

En la época reproductora puede alcanzar las 6 parejas/10 ha en los matorrales más favorables de Mallorca, y los escasos datos de seguimiento de poblaciones parecen indicar estabilidad de las poblaciones, sin oscilaciones inv ernales (Sunyer, 2008). Los movimientos dispersivos de los ejemplares de primer año pasan totalmente desapercibidos (después del verano, no se detecta en hábitats distintos a los de cría) y probablemente no impliquen grandes distancias. Es significativo que no haya observaciones en el sur de Menorca, a escasos 40 km de Mallorca.

Tampoco parece que se produzcan movimientos altitudinales, ya que le especie continúa observándose en invierno en las montañas mallorquinas (González, 2004).

Atlas de las aves en invierno en España. 2007 -2010

Hábitat

En la temporada invernal no se detecta ocupación de hábitats distintos a los que usa para la reproducción, de modo que sigue ligada estrechamente a los matorrales mediterráneos secos y bajos que aparecen en los primeros estadios sucesionales tras perturbaciones, orlas de bosque y en aquellas zonas donde la aridez o el viento impiden el desarrollo de la vegetación leñosa de gran porte. En las Pitiusas tiene preferencia por los pinares y sabinares jóvenes, muy abundantes. En Mallorca puede ocupar pinares claros con sotobosque arbustivo bajo, pero no está presente en pinares maduros con sotobosque esclerófilo bien desarrollado. En invierno, igual que durante la reproducción, también selecciona negativamente los encinares y los ambientes agrícolas intensivos.

En los roquedos de las sierras mallorquinas de Tramuntana y de Levante también se la puede encontrar asociada a los herbazales de carcera (Ampelodesmos mauritanica), aunque en densidad muy inferior a la que alcanza en los matorrales. En el trabajo de campo de este atlas se han detectado las mayores densidades, en matorrales y pinares, en ambos en torno a las 15 aves/km2.